sábado, 25 de abril de 2015

Día 2: Empezando la marcha.

Aunque no nos fuimos muy tarde a dormir, a todas nos costó levantarnos. Tocaba ir a hacer la compra de la semana, sobretodo del fin de semana. Aunque normalmente hacíamos la lista entre todas y luego íbamos a comprar Sonia, yo y, a veces, Carla, esta vez Laura y Rebeca también querían ir. Qué raro. 
Nos montamos en el coche y vamos a un súper que vimos cerca anoche. Cada una va a por una cosa: yo a por la pasta y el arroz.

·Anna: ¿Dónde estará la pasta vegetal? Dios, qué mareo.
·Chico: ¿Tiendes a hablar sola de normal? -escucho-. Ten, aquí tienes.

Me giro y veo al chico de anoche, el que nos dijo dónde cenar. ¿Cómo se llamaba? Era algo con p...

·Anna: Em... gracias... ¿Pedro? -se rió-. Vale, entiendo que no. Y no, no suelo hablar sola -digo con tono de enfado-.
·Chico: Pablo, me llamo Pablo. Sois nuevas aquí, ¿no?
·Anna: Sí, hemos venido de vacaciones.
·Pablo: Se nota, se nota... ¿mucho tiempo?
·Anna: ¿Debería decírtelo? Podrías ser un violador, un asesino...
·Pablo: ¿Con esta carita? Vamos...
·Anna: Creído.
·Pablo: Espero veros más, a todas.
·Anna: Adiós, Pablito -le guiñé el ojo.

Qué creído, seguro que se quedó con ganas de Laura, cualquiera se quedaría así, ya estaba acostumbrada a su triunfo entre los chicos.
Volvimos de la compra, comimos y aprovechamos para ir a la playa a tomar el sol.
·Anna: ¿A que no sabéis a quién he visto en el súper?
·Rebeca: ¿A quién?
·Anna: A Pablo, el de anoche. Me ha dicho que espera vernos a todas más. Es muy guapo. Yo creo que quiere algo contigo Lau.
·Laura: Y, ¿quién no? -nos reímos sin parar.

La tarde fue perfecta. Volvimos a casa, cenamos, nos duchamos y nos fuimos a una discoteca que tenía muy buena fama allí.
Entramos ya contentas, ya que las copas son muy caras. El ritmo de aquí es mucho más extremo, la gente se pone hasta las cejas y qué aguante. Qué buena música y qué buen ambiente.
A las dos Rebeca ya está con un chico y Laura hablando con otro. Carla se ha ido con Sonia al baño hace como una hora. Me salgo a fumarme un cigarro y una chica empieza a tirarme los tejos. Se pone muy pesada y acabo tirando el cigarro y yéndome dentro. No sé cómo pero supongo que los últimos chupitos hacen que no pueda conmigo misma. Pierdo a las chicas completamente, no sé dónde están y me encuentro fatal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario